Azucena Robledo: El monstro

El tintineo de las llaves en la puerta principal hace que un sudor helado se extienda por mi columna. Sus pasos tambaleantes me anuncian lo que seguirá. Cada madrugada es peor. Sus gritos de beodo mientras sube la escalera hacen que me haga ovillo contra la pared.                  Gira la cerradura. No puedo controlar el temblor de mi cuerpo. Mi corazón golpea contra mis costillas. Mis sienes van a estallar. Tengo el presentimiento que algo terrible va a ocurrir hoy.                            … Continúa leyendo Azucena Robledo: El monstro

Ross Sotomayor: Abuela

El pasillo largo que cruzaba por la mitad a cada habitación en casa de la abuela siempre fue misterioso y oscuro. Los últimos días, le había hecho compañía pues se encontraba enferma. Se sentaba en el borde de la cama mientras sus ojos se mostraban curiosos buscando algo al final del corredor. —¿La ves? —me preguntaba—. Allí está, parada esperando que me duerma. Mueve al perro negro de mis pies para que la asuste y se vaya.  Una extraña sensación detrás de la nuca me invadió, sentí miedo miré al pasillo y solo había oscuridad, miré a sus pies y … Continúa leyendo Ross Sotomayor: Abuela

Talina Hernández: La noche del ómicron

El mal nos había acechado, agazapado, durante años. Esperaba el momento en el que pudiera atraparnos de un solo tirón, juntos. Como en una historia de Stephen King, se apoderó primero de mi papá. Intentamos todas las formas posibles de mantener cautivo al demonio, pero escapó. Atrapó después a mi mamá, con ella fue silencioso, dócil, casi nos hizo pensar que habíamos acabado con él. Sin embargo, antes de que pudiéramos escapar, una noche entró violento al cuerpo de mi esposo y mostró su verdadero rostro.  Después seguí yo, fue mi culpa. Lo enfrenté para acabar de una vez por … Continúa leyendo Talina Hernández: La noche del ómicron

Carmen Macedo Odilón: La barrendera

A medianoche, Lorena, junto con la brigada de limpieza, recorre por vez primera la alameda central. Le ofrecen una escoba nueva, pero prefiere la de siempre. Con la barrida, las ramas reúnen colillas, bolsas de papas y botellas de refresco. De vez en vez, un condón usado. —Gente puerca. La brigada se separa, Lorena avanza hasta una calle solitaria donde el aroma de basura y orina es consistente. Ve bultos en el suelo que, tras un golpecito, se sacuden entre quejidos por haber sido despojados del sueño que les calma el hambre y la confusión. Cerca de ellos, alcanza a … Continúa leyendo Carmen Macedo Odilón: La barrendera

Karla Arroyo: Purgatorio

Tras los fallidos intentos de hablar con los muertos y ser acusada en repetidas ocasiones de fraude, Rodriga, mejor conocida como Madame Riga, “la médium de Lomaverde”, se prestó como sujeto de experimentación a cambio de que le quitaran los cargos a los que se enfrentaba y que la condenaban a cadena perpetua. Vio su momento de brillar, ante el desarrollo de un dispositivo que podía captar el alma y que requería de los procesos de pensamiento humano para hacerlo funcional. Apenas cobró conciencia después de la intervención quirúrgica irreversible, comenzó a gritar ante la escena que describía como “el … Continúa leyendo Karla Arroyo: Purgatorio

Mel Delmonth: Puerta cerrada

Buscó jadeando y con desesperación sus llaves dentro del bolso para abrir la puerta de su hogar lo antes posible. Las manos le temblaban; cada segundo era vital. Entonces recordó con angustia y terror que las llaves yacían sobre la cama, en la tranquilidad de su cuarto; cómo deseaba estar ahí ahora. Miró llorando la puerta cerrada de su plácido hogar. Sabía que lo veía por última vez.  Una mano fuerte tapó su boca y otras tres la arrastraron rápidamente a la parte trasera del auto que la seguía desde hacía varias cuadras y que se alejó con ella a … Continúa leyendo Mel Delmonth: Puerta cerrada

Karla Hernández Jiménez: Gota a gota

El sonido de las gotas causaba eco en aquel cuarto oscuro cuando ese hombre decidió asesinar a Ella. Ni siquiera le importó que el sonido de sus lágrimas fuera seguido de las gotas de sangre cayendo en el piso, pintándolo de rojo. Todo hubiera salido a la perfección de haberse deshecho del cuerpo a medio desmembrar tirado en el piso. A las tres de la mañana, con la luna roja sobre el firmamento, el cuarto volvió a llenarse de gritos de desesperación y de golpes en las paredes.  —¿A caso creíste que no volvería por mi brazo derecho? —le dijo … Continúa leyendo Karla Hernández Jiménez: Gota a gota

Angela Eunice Sacalxot: A dormir

Trato de relajarme, quiero soltarme al sueño pero esos murmullos mezclados con llanto no me dejan, son una gran molestia. Ya disgustada mejor me acomodo con un leve movimiento y milagrosamente hacen silencio. Parece que el temblor del ataúd dejó a toda la habitación sin aliento. Angela Eunice Sacalxot. Soy de Guatemala, tengo 28 años, soy estudiante y ama de casa. Me gusta mucho leer y escribir, algunos de mis poemas se encuentran incluidos en antologías. Continúa leyendo Angela Eunice Sacalxot: A dormir

Belem Eslava: Vampira

Intento reprimir el temblor de mis piernas para que no choquen contra la puerta del clóset y me delaten, no lo consigo. Ella sabe dónde estoy. Oigo sus pasos subir la escalera, me atrevo a  mirar por la puerta entreabierta de mi escondite. Veo su silueta acercarse a la ventana, alisar su vestido, acariciar su pelo. —¡Niña, no te escondas! Anda, ayuda a tu pobre madre —me suplica al tiempo que me arrebata de la protección del clóset. Aprieto los ojos, pero antes alcanzo a ver su sonrisa traviesa, sus dientes blanquísimos. Sé que no tiene caso resistirme. Me abandono … Continúa leyendo Belem Eslava: Vampira