Mayra Escamilla: Escisión

Las náuseas matutinas habían empezado algunas semanas antes de mi siguiente cumpleaños y se intensificaron paulatinamente. Despertaba con un sabor agrio en la boca, me incorporaba y de inmediato venía ese conato de vómito que me arqueaba el cuerpo hacia el frente. Algo no andaba bien. Esa náusea incómoda era mi compañera invariable en la soledad instalada en mi vida en aquellos días.  Dicen que una llega a acostumbrarse a todo pero yo no pude con mi mal de cada día así que fui al médico. Lo primero que descartó fue un embarazo. ¿Cómo le explicaba que llevaba años sin … Continúa leyendo Mayra Escamilla: Escisión

Adriana Rodríguez: Curiana

Verla caminar sobre mis dedos, atrapándola, apretando hasta que en su crepitar dejó expuestas las vísceras. Estos bichos, infestando la tierra con su presencia. Pensar que es la evidencia de lo más cercano a la existencia de los dinosaurios.  Cada vez que escuchaba a los mayores hablar de su retiro, no podía evitar pensar en qué recipiente terminaría mis días. Desde la llegada de Covered (Compañía Veranda para el Retiro de Defunción) los adultos se llenaron de emoción al saber que podían terminar sus días en un jardín de reposo, sometiéndose al tratamiento de transmutación para un final asistido, ofrecido … Continúa leyendo Adriana Rodríguez: Curiana

Karla Arroyo: No querrás encontrar a las hadas

Son pequeñitas como insectos,  las alas giran por encima de su propia cabeza  y flotan como si fueran dientes de león,  solo que ellas van en contra del viento.  No querrás encontrar a las hadas, porque escupen ácido directo a los ojos… Cuando quise atrapar a una de ellas fue lo último que vieron los míos. Di tumbos entre los árboles  que reverberan risitas burlonas,  después, el silencio… aleteo conjunto de arrullo letal. La vida se escurre a través de sus aguijones, soy una con ellas, por medio de la sangre las habito y transmuto en diminuta esencia que se … Continúa leyendo Karla Arroyo: No querrás encontrar a las hadas

Karla Hernández Jiménez: Cuarto creciente

La luna llena se asomaba pálida en el horizonte nocturno, mientras su luz iluminaba un par de colmillos bañados en sangre que se iban retrayendo lentamente. El pelo de la cara retornaba a su lugar debajo de la piel, igual que el resto del vello que se expandía por todo su cuerpo. Las garras se achicaban igual que la cola de un vivo tono plateado, los ojos perdían su lucidez nocturna, y el hocico regresaba a ser chato mientras avanzaba entre las ceibas que rodeaban la zona. Sonya se limpió la boca con el dorso de la mano, intentando remover … Continúa leyendo Karla Hernández Jiménez: Cuarto creciente

Mijal Montelongo Huberman: Yo no soy yo

Querido Diario, Creo que nunca ha pasado tanto tiempo sin que te cuente lo que me ha sucedido, pero las pastillas me han cansado y mareado tanto que no puedo concentrarme por mucho rato. Leo lo último que te escribí y no puedo creer lo emocionada que estaba. Bueno, primero te daré un resumen de lo que ha pasado porque prometí contártelo todo. Todos me acompañaron al Centro de Modificación. Mamá y Lila fueron conmigo y la modificadora auxiliar (quien parecía el modelo de la Modificación perfecta) me llevó al compartimento que me habían asignado mientras papá firmaba los papeles. … Continúa leyendo Mijal Montelongo Huberman: Yo no soy yo

Indira García: Hoy olvidé la definición de metamorfosis

busco serpientes vulnerarme rabia náufraga divergencia disfrazada  nubes que ocultan  coherencias topográficas entre mi esternón  y un ave  que aprende a nadar al pez convertido  en minotauro que desea venganza la tristeza de un laberinto convertido en    libe     r  ta  d busco             lienzos           ventanas navajas          llamas            una hielera            mi cuerpo busco            no encuentro  busco            me lamento no fui un mapa no fui justa no  fui Parsífae  olvidará … Continúa leyendo Indira García: Hoy olvidé la definición de metamorfosis

Andrea Madrueño: Santuario de luces

“A donde en verdad iremos, que nunca tengamos que morir.” Miccacuicatl, cantos mortuorios.  En el campo los ciclos de la naturaleza se perciben precisos. Las repeticiones de la rueda del año nos avisan de los nacimientos, el declinar de la vida y las muertes. ¿Pero, qué sabemos del ritmo de las transformaciones? Aquí el aire se enrarece con la luz de los relámpagos. Cuando la chicharra canta y el día agoniza en tonos malva, sabemos que ha llegado la temporada de lluvias. Con su lenguaje secreto de fulgores y destellos, las tormentas dan la señal para que grandes bolas de … Continúa leyendo Andrea Madrueño: Santuario de luces

Ana Laura Corga: Mariposa lunar

Me descubrí mariposa pero no sabía volar. Atascada entre pliegues        submarinos            terrestres                   de todo lugar. Sin caber realmente         ni aquí ni allá       en ninguna parte. Me descubrí mariposa pero no podía cambiar. Me quedé oruga        en mi capullo de cavansita y kunzita. Y al abrir los ojos, el ultravioleta recolecta mis sueños que ven por atrás               y nunca por delante. Y pienso, que quizás debí quedarme ahí,           posada                      en la flor de lo que no es hoy sino ayer. Ana Laura Corga. Nací una noche de enero en Tlalpan, Ciudad de … Continúa leyendo Ana Laura Corga: Mariposa lunar

Micaela Sánchez: Cebolla

«Los declaro marido y mujer», dijo, y nos besamos.  Seguramente antes era una alcachofa.  Un juez me hizo mujer. Decidí ser cebolla.    Recé un padrenuestro y cinco avemarías.  ¿La primera fue sumisión o miedo? Había sangre y rabia.  La rabia logró desaparecer.  Aquí debería haber tres puntos suspensivos.  La segunda, padrenuestros y avemarías.  La tercera, vómito y desconcierto.  Cuando la cuarta, expulsé una placenta.  La quinta capa es más gruesa, la de los cuidados y la crianza.  Había puños y rezos.  También domingos de parques. Un día no me encontré.  Decidí ser cebolla y me cubrí de capas.  Micaela … Continúa leyendo Micaela Sánchez: Cebolla

Melanie Márquez Adams: Hombres cambiantes

Se rompió el encantamiento de acuerdo con los términos, pero en lugar de príncipe, la Bestia se transformó en sapo. Entonces Bella demandó a la bruja y con el dinero obtenido, contrató los servicios del mago más prestigioso del reino. Lamentablemente, el poderoso hechicero se enamoró de ella y cuando su amor no fue correspondido, juró vengarse.  Poco tiempo después, Bella despertó con un patito feo a su lado. Semanas más tarde se encontró con un hermoso cisne. Así mismo, luego de varios meses, su pobre marido acabó convertido en calabaza para luego ser una carroza que se transformó en … Continúa leyendo Melanie Márquez Adams: Hombres cambiantes