Valeria Colín: La no madre

Te veo buscando unos cerillos. Me gustas. Tu apariencia de gato, tus movimientos de onda. ¿Me das fuego? Te pido sin saber que la oración es casi un conjuro. Durante el invierno nos conoceremos mejor; aprenderemos las formas, los pliegues, los olores. Tú hueles a manzanas, yo a pan de elote. Pasaremos largas horas en tu departamento, hablando hasta que las palabras dejen de tener sentido por sí mismas y empiecen a darnos sentido a nosotros, dos seres con dos historias. Se tejerá en nuestra memoria la imagen precisa del otro. Me besarás. Yo, friolenta y sin herramientas para templarme, … Continúa leyendo Valeria Colín: La no madre

Ana Gabriela Morales Ríos: Los designios del padre

¡Es una lástima verte en este calabozo! Aquí los días, los meses, son como miasmas que irán inundándote por dentro, hasta que sientas que los muros de tu piel, esos que antes te protegían, se van desquebrajando poco a poco y cada vez más, si intentas resanarlos. Eres muy joven pero ya irás entendiendo que les urgía borrarte de su universo perfecto, te condenaron al abandono y al juicio de los demás, somos lo que se esconde debajo de la alfombra. ¿Has pensado cuáles son tus existimentos? Esos motivos o porqués para imaginar con júbilo que un día saldrás de … Continúa leyendo Ana Gabriela Morales Ríos: Los designios del padre

Micaela Sánchez: Litio

Las redes sociales colapsaron, los últimos tuits confirmaban un apagón mundial. @NASA hablaba de un campo magnético acercándose a la tierra que afectó a los electrones, el confinamiento por Covid-19 no ha terminado, tampoco el 2020.      Llevamos cinco días sin energía eléctrica, cuando todo se apagó, mi celular tenía el 15% de batería, logré leer la catástrofe y sentir el estremecimiento. —Valimos madre—, pensé. Desde la ventana del depa veo una esquina neurálgica, Tlalpan y Eje 6. No hay metro, la gente camina sobre las avenidas, son muchos. Los pocos autos van despacio y por el carril de baja. … Continúa leyendo Micaela Sánchez: Litio

Ana Gabriela Morales: Zona del Silencio

La fantasía se va confundiendo con la realidad a cada paso. Cuando la hicieron entrar casi a rastras a ese cuarto frío y le pidieron identificar su cuerpo, Cora se acercó demasiado, con los ojos llorosos muy abiertos. Parecía él, pero necesitaba buscarle las pestañas de aguacero tupido, necesitaba acercar su nariz a esa zona del cuello, casi detrás del oído. Dame un sorbito de felicidad, déjame acercarme para percibir nuestro aroma en tu piel. ¿Dónde terminas, canija, en qué parte de mi ser? Juega conmigo a oler los recuerdos de nuestra historia. ¿Quieres un cafecito con canela? No. No … Continúa leyendo Ana Gabriela Morales: Zona del Silencio

Melanie Márquez: Me siento muy bien

Recibo una carta por la mañana que dice que el hombre que amo está muerto, que ha sido pisoteado por elefantes blancos. No lo he visto en años, pero pienso en él cada vez que hago la cama, cada vez que pongo la mesa. Pienso en lo perfectos que hubiéramos sido juntos. Podríamos haberlo tenido todo. Cuando llego a su casa con una botella de anís para presentar mis respetos, lo encuentro en la ventana, mirando la hilera de colinas. No está muerto en absoluto y no muestra signos de haber sido pisoteado: su ropa está perfectamente almidonada y planchada. … Continúa leyendo Melanie Márquez: Me siento muy bien

María del Carmen Macedo: Oscura boca de lobo

Negro, color de la noche, color del miedo. Octubre: mes con la luna más grande, hermosa, y al mismo tiempo espeluznante. Sobre el catre de mi madre mi hermanito estaba envuelto en el rebozo. Yo debía vigilar su sueño: puse bajo la cama las tijeras que nos regaló la comadrona, abiertas, apuntando los filos hacia la puerta. Cada vez que agonizaba octubre y a principios de noviembre me daba la impresión de que el ambiente del cerro se volvía sulfuroso. También lo percibían los borregos que balaban como locos y me sentía nervioso. Mi papá tomó la escopeta y salió … Continúa leyendo María del Carmen Macedo: Oscura boca de lobo

Silvia Favaretto: Fuera maldita mancha

El horror de Lady Macbeth, no fue por un homicidio. Ella descubrió a los once años, que su sangre tenía el mismo color y el mismo olor, de la sangre de su padre muerto. Ella supo que esa mancha no iba a salir. Que ese era el momento, que el infierno era sombrío, que también los soldados tienen miedo. Que aunque nadie supiera de esa sangre derramada, siempre le habrían de pedir cuentas. Silvia Favaretto es Presidenta de la asociación Progetto 7LUNE, que difunde la cultura hispanoamericana en Italia. Ha editado 11 libros entre prosa y poesía (ediciones en Costa … Continúa leyendo Silvia Favaretto: Fuera maldita mancha

Majo Soto: Cacao, bambú y una visita

A mi menstruación. En cuanto llegué al lugar noté algo diferente. Una humedad cálida invadía cada pared, lo que era usual en el ambiente, al igual que el olor, un poco a hierro, un poco a magia. Todo parecía ser normal, todo en su lugar y en su tiempo, pero el aura húmeda era distinta. Noté que la estancia se sentía más acogedora, el aire emanaba un aroma a bambú que parecía envolverte en telas cómodas y acolchonadas, de esas en las que podrías recostarte durante las noches, sabor a soledad que venían acompañadas de un llanto espontáneo. Con el … Continúa leyendo Majo Soto: Cacao, bambú y una visita