Nikte Requejo: 5 cosas que aprendí sobre reimaginar el deseo en Especulativas

Entré al círculo creyendo que iba a escribir desde el deseo, y terminé deseando desde la escritura. Experimenté sensaciones que no me había permitido antes, y a partir de una de ellas nació el texto que titulé El vapor violeta (https://especulativas.com/2025/08/06/nikte-requejo-mendoza-vapor-violeta/). No era solo una imagen: era mi cuerpo diciendo por fin “aquí estoy”. Era una historia que ya había hablado antes, en terapia, con amigas, incluso con mi familia. Pero fue la primera vez que la escribí. Y la primera vez que la imaginé desde lo especulativo, dejando que la imaginación fuera la directora de orquesta de todo lo … Continúa leyendo Nikte Requejo: 5 cosas que aprendí sobre reimaginar el deseo en Especulativas

Margarita Mantilla Chávez: Hado en la sección de carnes del mercado

El mercado es uno de mis lugares favoritos. Ya sea de artesanías, flores, verduras, carnes, diversos abarrotes, dulces, electrodomésticos, ropa y hasta material para practicar hechicería. Me gusta lo eclético que es en todos los sentidos. Me entra por la nariz y lo huelo fresco, a frutas de temporada; fragante y terroso, a hierbas curativas; cítrico y con ligero aroma de vainilla, a magnolias. Yo lo exploro por el tacto y descubro la ambivalencia de sus texturas, por ejemplo, la de la naranja rugosa y lisa en consonancia. Lo veo infinito de colores vívidos: amarillo, naranja, verde, morado, azul … … Continúa leyendo Margarita Mantilla Chávez: Hado en la sección de carnes del mercado

Gabriela Bistrain Meza: Voy tarde

2023 Hasta hace poco comencé a fijarme en las personas ancianas, en las mujeres ancianas para ser más precisa. Miro (admiro) su cabello cano en la gran mayoría, sus rostros, los surcos marcados en ellos, sus expresiones. Me pregunto cómo lucirían de jóvenes, de qué color era el cabello, cuáles eran sus anhelos y esperanzas, cuáles son ahora, cómo miran el futuro, sus cuerpos, su vida. Creo que esta nueva contemplación, tiene que ver con que empiezo a rozar los 50 años. 50 años, ¿quién lo hubiera creído? Yo no. Me cuesta trabajo reconocerme como una mujer de mi edad. … Continúa leyendo Gabriela Bistrain Meza: Voy tarde

Carolina: Libre

En el calor concentrado del medio día, el olor de las flores resultaba más penetrante; había muchísimas, como si su marido no hubiera sido un rajadiablos, pero era también un hombre poderoso y rico. Medio pueblo esperaba en su casa la salida del cortejo. Enfundada en su traje negro, de luto riguroso, con el moño tirante, se esforzaba por mantener la cordura. Un poco más, se decía. Sobria, recta, acalorada, mareada, pero consciente de las miradas que la escudriñaban, calibrando sus más mínimos gestos, evaluando su compostura, midiendo su dolor, erigiéndose en jueces que no pasan nada por alto, en … Continúa leyendo Carolina: Libre

Cristina Perbian: El recetario

Miraba el jardín mientras lavaba los trastes, era el ritual de cada tarde después de cocinar. Las magnolias tan impecables saludaban a las daturas, las rosas se dejaban acariciar por el viento y yo embelesada por su baile, parecía eterno… Tan pronto el reloj marcaba las siete, la puerta se abría y daba paso a otro ritual, recibirlo y servirle la cena. «Es todo lo que tienes que hacer», me decía a modo de reproche, porque siempre estaba tan cansada que no me quedaban fuerzas para servirme hasta en la cama. Cruzaba la puerta y él sólo quería devorar. Dejaba … Continúa leyendo Cristina Perbian: El recetario

Gualita: Mi xadre se convirtió en un señor conservador

Como cada seis meses, Mariana, Julio y Estela se reúnen en una casa a las afueras de la ciudad. Se conocieron así: el grupo de amigos, los amigos de los amigos de los amigos, de los amigos, rentan la casita con alberquita, baile y baile, trago y trago, intercambian palabras, se conversan y ¡plap!, las mejores amigas. Y desde hace diez años, cada seis meses, Mariana, Julio y Estela se juntan en una casa a las afueras de la ciudad para chismear, contentas, dándose las buenas o malas nuevas, a contarse cómo iban sus vidas, sus familias; llegaban felices a … Continúa leyendo Gualita: Mi xadre se convirtió en un señor conservador

Thais de Coral López Velasco: Atrapadas

Era la cena de Navidad. Estábamos reunidos en el departamento de tío José. Había música amena, el departamento era cálido y olía dulce gracias al ponche de frutas que las tías habían hecho, así como al pozole que comenzaban a servir. Las sobrinas habíamos ayudado picando la fruta, la lechuga, deshebrando el pollo y poniendo la mesa, mientras los hombres de la familia platicaban de política, de fútbol, en fin, de cosas importantes e interesantes según ellos, sin mover más que las sillas para sentarse. Muy pronto, como en toda reunión familiar, los amigos y los amigos de los amigos … Continúa leyendo Thais de Coral López Velasco: Atrapadas