Fátima Escalante: Gama de otoño

Un viento frígido sopló el ocre de los árboles, con su fuerza deshojó el naranja en el suelo, en los techos y en los parabrisas de los autos en la calle pedregosa. Mientras el dorado iluminaba el cielo y el albaricoque incendiaba las nubes, el primer timbre resonó y una teja desde lo alto cayó; la arcilla impactó en el fieltro negro de un pequeño sombrero puntiagudo, fragmentos aterrizaron en el pavimento y por autoría de la gravedad fueron escarchadas de rojo vivo. Garras de unas pequeñas patas peludas y amarillas cruzaron despavoridas por la escena cuando las sirenas llegaron; … Continúa leyendo Fátima Escalante: Gama de otoño

Samanta Torres: 2:37

Columba despertó de repente, empapada en pegajoso sudor.Miró el reloj de su pared. Marcaba las 2:37 y pese a que el segundero continuaba su ruidoso andar, el minutero se negaba a actualizarse a las 2:38.Qué extraño, con el sueño tan pesado que tenía…Decidió aprovechar la oportunidad para beber un poco de leche, y corroborar que su hija Annia no estuviera aún jugando con su teléfono.Pero cuando intentó ponerse de pie, descubrió que no podía mover ni uno solo de sus dedos; sentía como si un montón de cadenas unidas a un gran bloque la tuvieran presa, oprimiendo el pecho y … Continúa leyendo Samanta Torres: 2:37

Daniela Caballero: Lunes

Apenas entraba luz, la suficiente para sentirla en los párpados, pero no abrí los ojos. Veía en cambio, puntos naranjas y negros, mientras clavaba mi torso en el colchón y mis extremidades se sentían gelatinosas con un leve temblor. ¿Eran las nueve, las diez o las once de la mañana? No lo sé, no quería despertar. Sería el inicio o el final, según se le viera. Transitar el día significaba que con cada paso de los minutos él estaría cerca de llegar, vendría por mí y ese sería el final. Abrí los ojos, y para mi sorpresa, la luz no … Continúa leyendo Daniela Caballero: Lunes

Lina Preciado: Hiedra

Llegó la noche como el regalo prometido de Hades a las almas errantes que penan en la oscuridad. Solo los relámpagos iluminan la estancia, mientras dirijo una mirada al cielo, ese inmenso cúmulo negro que se abre paso tragando los pocos visos de luz que quedan en el aire. Estoy solo. A mi alrededor, las cosas comienzan a perder toda forma posible, gracias a la oscuridad que ha comenzado a digerirlo todo. Observo agazapado tras los cristales cómo el frío transforma la ciudad. Su imagen ha comenzado a aparecer entre los recónditos lugares casi olvidados y distantes que aún yacen … Continúa leyendo Lina Preciado: Hiedra

Cecilia Mogollón Villar:  No eres tú, soy yo

Semanas hacía desde que su no fantasma, aburrido de ser invisible, buscaba hacerse notar. Empezó con el corcho arrojado hacia sus zapatos. Lo advirtió por el ruido en el cuarto de baño cuando el objeto fue lanzado con una fuerza y trayectoria aparentemente intencional.  Pese a los paseos que da su cordura, era demasiado como para imaginar cucarachas dedicadas a la halterofilia. Lo cierto es que, mientras enjuagaba sus dientes, notó que el portacepillos adherido a la pared ya no estaba en su sitio, ahora decoraba el lavamanos. Sin ruidos, sin temblores, sin rajaduras, el objeto en cuestión había cambiado … Continúa leyendo Cecilia Mogollón Villar:  No eres tú, soy yo