Planeta Tierra. Sector 260-09. 2520 D.C.
Saludos, querida Elena.
Envío con toda mi ilusión este mensaje; sé que no te llegará hasta dentro de setenta años, pero quiero que lo conserves para tus estudios del pasado. Ojalá que ese futuro en el que te encuentras sea más próspero que mi presente y que si no lo es, recuerdes de dónde venimos y el trabajo incesante que hemos llevado a cabo para construir un mundo más justo para las mujeres y la humanidad en general. Sería grato evitar volver a viejas prácticas destructivas, pues parece que de manera cíclica se repiten algunos vicios.
Estas letras que se presentan a continuación son un extracto de mi diario, reflexiones, conocimientos y una descripción de mi mundo.
“Me encuentro con Lili en los pasillos de la escuela, caminamos juntas hacia la clase de historia; comenta que acaba de escuchar sobre la nueva versión de Maicroreds y me cuestiona al respecto. Le explico lo bien que me ha ido con este nuevo producto, en esta versión al momento de implantarlo no se percibe ninguna sensación como en la anterior, sólo una ligera sensibilidad líquida, pero que apenas y se nota, es casi como un flujo natural.
Este es un producto que utilizamos únicamente las mujeres, mis amigas y yo les decimos Maicroreds pero su verdadero nombre es “Mycro Red”, un producto venusino que ha sido desarrollado a lo largo de quinientos años. Su nombre viene de “Mycro” por lo microscópicas y “Red” de rojas; el nombre “rojo” en homenaje a la sangre dolorosa que las mujeres derramaban en el pasado; fueron creadas a partir de la unión de varias ramas de las ciencias.
Cuando hacemos círculos de lectura histórica y nos adentramos al análisis del pasado, sobre la forma en que las mujeres vivían la menstruación, hemos encontrado que los ciclos de nuestras ancestras eran tortuosos; días pre-ovulatorios de cambios súbitos de humor, dolores en la boca del estómago que no se remediaban fácilmente, sangrados abundantes o infecciones por uso de artefactos que dañaban la naturaleza de sus vulvas.
Con el surgimiento de la Menstrualsology, la ciencia encargada de los estudios, métodos y productos alrededor de la menstruación y de los procesos reproductivos, se han erradicado las prácticas anteriores para todas las mujeres.
Entre los estudios más importantes de esta rama de las ciencias que es enteramente de las mujeres, se ha puesto especial atención a los trabajos alrededor de la vagina, nos explican que el motivo que unió a millones de científicas en el planeta con respecto a los procesos menstruales fue el estudio de las oportunidades y beneficios que encontraron con el uso de la extinta copa menstrual.
Actualmente todas las mujeres utilizamos las maicroreds, tienen una tecnología muy avanzada de pequeñas partituras de plasma venusino que se introducen por la vagina cada semestre. Cuando las partituras detectan el aumento del estrógeno y de la progesterona se activan y comienzan su operación al mismo tiempo que el ciclo menstrual.
En la clase de tecnologías de la menstruación, nos explicaron que son como grupitos de hormigas eléctricas que empiezan un proceso continuo y siguen los conductos hasta lograr el objetivo. Cuando los ovarios inician el proceso preovulatorio, las maicroreds se empiezan a multiplicar al mismo nivel que las hormonas y las van neutralizando, es como un enfrentamiento cara a cara en el que nunca ganan las hormonas. No eliminan las hormonas o afectan el ciclo, sino que ellas hacen el proceso ovulatorio, no permiten el crecimiento del recubrimiento del útero, por lo que no hay dolor y la neutralización de las hormonas logra que no haya flujo de sangre.
Las maicroreds se insertan con un método muy parecido a la antigua copa menstrual, se encuentran en un huevito orgánico que se introduce por la vagina y que al entrar en contacto con el cuello uterino se va deshaciendo para conducirse alrededor de este y fijarse en la cavidad uterina, dónde comienzan su función. Se introducen cada seis meses y al término de los procesos ovulatorios el cuerpo las desecha, salen del cuerpo como un ligero flujo, inoloro e incoloro.
Cuando las mujeres deciden reproducirse no necesitan terminar su proceso de implantación, sino que existe un producto especial para la fecundidad que detiene los procesos de las maicroreds. Nos enseñaron que antes utilizaban productos que llamaban “preservativos” para prevenir los embarazos, actualmente eso no existe, se llaman “fecuntativos” y únicamente los utilizan las mujeres que quieren engendrar.
La mayoría de las mujeres deciden tener descendencias in vitro, pero existe la opción de realizarlo en el vientre a la vieja usanza, ha habido pocos casos; todo esto es regulado intergalácticamente y todas las mujeres tenemos el derecho a decidir.
La fecundación es óvulo con óvulo, pero para los casos donde los hombres desean fecundar sus espermatozoides con óvulos, ya sea en pareja o de manera individual, también se realiza el proceso in vitro, para este último caso no existe otra forma.
Los datos históricos, estudios psicológicos y sociológicos, encontraron evidencia de que la fecundación de espermatozoides con óvulos dentro de una vagina como se realizaba en la antigüedad provocaba un sentimiento de superioridad, dominio y abuso por parte de los hombres. Muchos de ellos obligaban a las mujeres a tener a sus hijos, las utilizaban como vientres de alquiler, las hacían menos si eran infértiles o en otros casos, no se responsabilizaban de su paternidad.
Por estas razones, la Menstrualsology en su apartado reglamentario, sugirió hace unos doscientos años que era una práctica poco recomendada; esta recomendación fue muy bien aceptada por las mujeres y los gobiernos, entonces ha quedado en desuso, además que con las maicroreds ya no es posible.
Actualmente el proceso de eyaculación únicamente se realiza para efectos de placer y en caso de que los hombres deseen mantener sus espermatozoides, los pueden donar para estudios o conservar para una posible reproducción, siempre y cuando sea deseada.
Esta nueva forma de interactuar sexualmente cambió completamente el sentido de procreación, los hombres ya no se sienten superiores, ni obligados, ni comprometidos, las relaciones sexuales únicamente se realizan para el placer entre las personas; además de que se encontraron muchos beneficios para la salud y las relaciones sociales.
Como parte de nuestros estudios e investigaciones, Lili y yo hicimos un análisis sobre la expresión de nuestras ancestras que realizaban en forma de hologramas, sólo que ellas los realizaban en 2D. Dicen los estudios que eran de mujeres feministas de los años dos mil veinte y que a este tipo de expresión le llamaban Memes; en este caso en específico de la menstruación, parodiaban los síntomas que llegaban a tener en los procesos menstruales.
Hemos diseñado historietas con esos vestigios, a veces son difíciles de concebir, platicamos sobre lo que tenían qué pasar esas mujeres, pero seguramente no estamos ni cerca de su sentir. Hay memes que dicen que las mujeres se quedaban en cama durante todo el proceso menstrual, o que iban de la alegría al llanto en un santiamén, otras que el dolor era tan insoportable que parecía que un demonio las había poseído, la necesidad de ocultar los días de menstruación por pena o censuras sociales, toda esa historia es atroz.
Estoy emocionada porque hoy hace cincuenta años, los gobiernos intergalácticos y el bloque violeta de la cámara de gobernanza, ha decidido que las maicroreds se convertirían en una política intergaláctica obligatoria y que todas las mujeres tendrán acceso a ellas, el mercado se abriría a las posibilidades de compra o intercambio en caso de requerir algo especializado, pero inclusive hay asociaciones que coordinan la entrega de productos especiales por si no los pueden costear, como por ejemplo, en los casos que mujeres encuentren alguna alergia al plasma, la esterilización o algún impedimento por alguna condición física o de salud.
Durante un periodo de estos años, un grupo de personas pelearon por los “derechos de la fecundidad”, acusaban que las maicroreds eran una especie de mitigador de la procreación, todo esto porque un bloque masculino deseaba regresar a las prácticas antiguas de fecundidad, sin embargo, después de revueltas y negociaciones, se realizaron campañas de comunicación, concientización y educación pública a todas las personas, de todas las edades sobre el uso y los beneficios de las maicroreds y las fueron aceptando al conocer todos ellos.
Lili, otras amigas y yo, estamos en el frente de defensa de los derechos de la menstruación venusina, para que esta obligación de la integalacticidad no termine y luego vayan a salir con que los fondos fueron malversados o utilizados en otras políticas, nunca falta.
Apenas el lustro pasado intentaron vernos la cara avisándonos que se disminuiría la distribución porque hubo recorte de personal en la industria venusina, lo que no tenían previsto es que actualmente hay una alianza amplia entre todas las mujeres en toda la galaxia; hay relación directa con las lideresas de Menstrualsology y las industrias productoras que son co-autoras; gracias a estas alianzas detuvimos la noticia falsa y se continuó la distribución normal.
Aunque las mujeres hemos ganado la mayoría de las batallas peleadas hasta ahora, algo que no ha cambiado a pesar de nuestros avances sociales, tecnológicos y a lo que llamamos el “desarrollo de la humanidad”; es ese deseo de muchos hombres por regresar al pasado, sí, ese pasado dónde ellos decidían por nosotras.
No queda duda de que existen todavía frentes por combatir, pero no cesaremos, no permitiremos regresar hacia aquella historia. Porque hoy y mañana nuestros cuerpos sean nuestros y de nadie más.”

Ana Laura Corga. Soy ciudadana tlalpense, feminista, apasionada de los gobiernos locales, las letras, la ciencia ficción, el terror, el café, la cerveza, el fútbol, el box y los perritos. Escribo porque sí, porque en este espacio me encuentro y las encuentro. De a cachos y completa, lo que hago, percibo y quién soy.
Colaboradora Especulativa