Me sostengo entre ilusiones y certezas. En momentos entre risas y llantos

Siempre con la seguridad de estar junto a ellas en una alquimia perfecta.

Qué sería de mi sin la presencia constante de Sara en los momentos de soledad, o sin 

Dulce y la fortaleza del espíritu. 

Angélica, siempre mostrándome las maravillas de la gratitud y del amor en los pequeños detalles.

Irma, la templanza personificada y esa calma que nunca encuentro más que en su palabra.

Rosy, amando siempre a las personas a través del servicio.

Marce, la risa tornasol naranja metálico,

Claudia, inspirada creando mundos mágicos por medio de la palabra escrita,

Liz, y sus chinos que parecen espirales dónde nadan mariposas y el abrazo que reconforta,

Mi bien amada Arely, luchando por salvar el planeta y rescatando animales con una belleza que opaca a la luna, 

Rosa, que a través de la docencia busca sembrar una semilla de amor en cada niña y niño.

Melania, gacela que trepa entre manglares y resuena como cascada,

Abril, barro, canto de cenzontles y margaritas,

Laura, y las manos que danzan en el aire al filosofar con el viento.

América, encantadora de sueños…

Qué sería de mi sin ellas, que son arrullo en el caos y amor entre mis sombras.

Son la suave red que teje la araña para proteger el rocío de mis angustias.

Una parte de ellas habita en mí y solo puedo esperar que algo de mí guarden ellas.

Bendigo a nuestras ancestras que nos hicieron coincidir bajo las estrellas.