A la deriva de tempestades inacabadas,
de lágrimas inconclusas y dolores de auxilios.
Camino en la lejanía de algo que desconozco,
de una cosa innombrable, inexistente,
un estado de anhedonia perenne.
Hambrienta de justicia voy
jugando al zigzag con la incertidumbre.
¿Extranjera de mí?
No, tal vez, sí
Extranjera de un mundo enamorado
del amor moderno que se escuece,
chorrea entre cada tocamiento y su denso
amargor hace insuficiente a la razón.
¿Extranjera? ¡No!
Exiliada a la soledad involuntaria
Luchando a ciegas con los fariseos
en el templo de la lealtad.
¿A dónde van los exiliados, los subalternos, los condenados?
¿A dónde vas alma mía?
Hacia la espera, al aislamiento no buscado
Voy caminando hacia dentro
Silencios, pasos en retiradas
La sabiduría es subir al pico de la montaña después de un combate.
Palabras y más palabras
No se cansa de su utilidad, de sus propósitos, de sus heridas.
¿Si lucho contra la realidad, a qué estoy resistiendo?
A ser extranjera de mí, de mi autoabandono,
de la sutileza de mis labios que suspiran un
mundo alterno, sin necesidad de mapas,
ni leyendas, ni arqueros
Solo, extranjeros.

Kristal M. Rivera González (Humacao, Puerto Rico 1991). Soy licenciada en Consejería Psicológica. Soy egresada de la Universidad de Puerto Rico en Humacao, del Programa de Investigación Acción- Social. Actualmente curso el grado doctoral en Estudios Culturales y Filosofía en la Universidad Ana G. Méndez en Gurabo, P.R. Contribuyo en proyectos y programas que trabajan diferentes problemáticas sociales y de salud mental.