Se estaban abriendo las puertas.
Doce habitaciones para cruzar.
No sabía que daría vida, no sabía que había luz.
Llegó el desgarro por dentro,
me rompí en carne y sangre, las únicas lágrimas fueron las mías,
sólo yo rompí el silencio.
Mi alma se murió
no sabía que portaba una estrella,
no sabía que daría vida.
Un agujero negro me succionó y busqué asirme a tu luz
pero también te habían soltado.
Ese día perdiste tu lazo, quedaste en oscura orfandad.
Ese día me destrozó la vida, me declaré asesina potencial
la vida me abandonó, me quedé absolutamente vacía.
Tú te quedaste sin madre
yo me quedé sin hijo
a mí me explotó la vida, la sangre y el dolor.
¿Cómo se cuenta a la vida que es truncada en el corazón?
¿Cómo se sigue adelante?
¿Cómo se aborta el dolor?
¿Cómo se apaga la culpa?
¿Cómo me llamo madre? Si mi cuerpo no te supo contener.
¿Cómo sigo? Si te fuiste.
¿Cómo vivo? Si te perdiste.
¿Cómo me remiendo? Si en tu partida medio cuerpo y media alma te llevaste.
Hay nombre para el hijo sin madre.
Pero a mí, ¿cómo me van a llamar a mí?

Manuela Herazo. Mexicana. Abogada desde hace quince años, y literato en ciernes, descubriendo un nuevo placer por la palabra escrita y la lectura. He publicado cuatro textos; un ensayo “El mercader de Venecia” y tres cuentos “Virginia” (Revista Trepanación número 1, abril 2020, México) “Una foto” (Revista Iguales número 1, septiembre 2020, México) “Tancredi” (Antología Brujas en el espacio de divulgación Especulativas, 31 de octubre de 2020) y “Fugacidad” (Especulativas, 29 de abril de 2021). Retazos es mi primer poemario, disponible en Amazón.