Mayla Galilea Martínez: Matrioska

Llego tan temprano que afuera apenas amanece. Destellos naranjas, delgados y tenues, se asoman tras los ventanales del edificio y disparan directo hacia mis pies. Luz que veo, pero no puedo sentir, piernas heladas que me advierten de un posible calambre, manos tensas que deben moverse. Levanto el dedo índice y, con firmeza, toco la pantalla verde neón, hasta que el Sistema Biométrico para Control de Asistencia (SBCA) muestra mi nombre. La voz femenina me recibe. Bienvenida, gracias. Bienvenida, gracias. No despego el dedo durante un rato porque 1): La voz me resulta impersonal, aburrida y, por algún motivo que … Continúa leyendo Mayla Galilea Martínez: Matrioska

Miriam Roque: Encadenada del tiempo

Me absorbía mi propia sangre algo dentro de mí hacía explosión el reloj, ¡Tic-tac!, ¡Tic-tac!, me perseguía quería huir, concentrarme en aquello que desvanecía. No podía, encima de mí seguía ¡Tic-tac!, ¡Tic-tac!, como todos los días Las horas me querían tragar, llenas de archivos, máquinas y voces que no dejaban de cuestionar. Al tiempo por fin pude mirar oscuro, terrible, pavoroso; me reclamaba mi ser, me reclamaba mi cuerpo La explosión no cedía la sangre corriendo seguía “Treinta minutos más”, oí al horrible tiempo. Volví a la silla y al escritorio ¡Tic-tac!, ¡Tic-tac!, así permanecía su estruendo no desaparecía. Por … Continúa leyendo Miriam Roque: Encadenada del tiempo

Lorena Belmont Velázquez: Hilos bordados

¡Hoy por fin pude regresar en el tiempo! Ustedes se preguntarán cómo lo logré, tengo que decir con toda sinceridad y decepción que ni yo sé, creo que lo soñé. También se preguntarán a qué año y a dónde volví, por eso les pido que se queden y me acompañen a escuchar esta historia llena de respuestas. No es un día cualquiera en 1872 en la bellísima Oaxaca, era un día importantísimo para todas… Tengo que admitir que ya estaba muy cansada de tener pegada la aguja a los dedos de tanto bordar, casi no podíamos descansar, pero el descanso … Continúa leyendo Lorena Belmont Velázquez: Hilos bordados

Carol Sanjuan: Zombi

Llevo tres días trabajando en este reporte y no veo el maldito final. Tengo ganas de escribir un cuento, una novela, ¿por qué no? Aunque me quede igual de fea que la de los vampiritos esos, que después se hizo película y de tan mala se volvió de culto (ya casi nadie recuerda el libro), sería famosa, ganaría lo suficiente para irme al carajo. Porque no quiero trabajar aquí. Quiero que me deje de doler la estúpida cabeza. Quiero dejar de ver estos videos estúpidos para concentrarme en el reporte. Quiero dejar de despellejarme los labios que comienzan a arder. … Continúa leyendo Carol Sanjuan: Zombi

Cecilia Mogollón Villar: Fecha de caducidad

Cerraron la puerta de entrada con ella afuera. Su encrucijada estaba resuelta porque no había más opciones, solo un camino: el de la libertad. Y lo tomó tranquilamente, porque sabía que las jaulas no hacían cantar a las aves, sino llorar. Las húmedas paredes del sótano donde moría cada lunes conservaron su cartelera de corcho donde pendía una amarillenta hoja suelta de calendario. Marcaba la fecha de cierre para inscribirse en la universidad: 31 de enero del año 1996. Su horario de labores le impidió inscribirse hacia tantas primaveras y veranos, pero nunca más postergaría la vida. 25 años de … Continúa leyendo Cecilia Mogollón Villar: Fecha de caducidad

Karla Bautista: ¿Cuándo viviré?

Recorres la ciudad esperanzada Cosechas tus sueños en el camino Un trabajo que te deja sin tiempo de nada Sembradíos quemados del campesino Enajenada, con el corazón vacío La mente se vuelve un terreno baldío Sueñas con hacer arte llegando a tu casa Pero violento es el salario y te arrasa No hay tiempo para tu familia y eso te espanta Las jornadas crecen, eso les encanta Sentada, llamada tras llamada ¿Y las horas extras? Pagadas con una palmada Ellos no pierden su vida Siempre recuerdan la mirada de sus hijos Disfrutan la comida en sus platos Mientras uno se … Continúa leyendo Karla Bautista: ¿Cuándo viviré?

Daniela Lomartti: Ellas nombraron la libertad

Cuando las Eva reemplazaron a las mujeres en diversos empleos, dijeron que se trataba de  “un merecido descanso para ellas”, así proclamaron los anuncios. Aunque lo que vino después fue silencio: un mundo sin mujeres visibles y sin protestas. Las fábricas rugían como bestias infernales, imparables, ahora tenían a su servicio cuerpos biomecánicos que no dormían ni reclamaban. Silvia.0025 era una programadora desterrada del sistema, vivía entre las ruinas de una ciudad que olvidó su nombre real. Allí encontró a una Eva tirada entre escombros. En la pantalla de su frente apareció un mensaje titilante que decía: “Error”. —¿Por qué … Continúa leyendo Daniela Lomartti: Ellas nombraron la libertad

Ana Victoria Hernández Contreras: La pobre

Qué lástima que me llames pobre que uses un adjetivo para catalogarme siendo una persona que bajo esta categoría esconde la riqueza de mil culturas y la sabiduría de mis ancestras. Te pregunto ahora ¿Qué es ser pobre? si ante la miseria de sueldos de dar risa de una clase que apuñala por la espalda doble moral, cultura superficial y así nos levantamos día a día tratando de borrar un rostro y construir encima de éste uno con sonrisa de mármol apariencias solamente. Qué lástima que en una palabra pueda haber tanto desprecio y rechazo Las pobres no existimos, sino … Continúa leyendo Ana Victoria Hernández Contreras: La pobre

Belem Eslava: Pasarela de abordaje

Mi trabajo de ventas de máquinas de rayo láser me obliga a viajar constantemente. Por lo menos tres de las cuatro semanas del mes debo estar fuera, no me quejo, elegí esta profesión para poder conocer el mundo. No soy la única que viaja así, toda persona que vende algo sabe que para vender lo importante es ir a donde está la oportunidad, así que constantemente me encuentro con gente conocida en el aeropuerto y eventos sobre máquinas y láseres, sobre todo hombres, aún somos pocas mujeres haciendo este trabajo, la mayoría muy jóvenes, pues la maternidad sigue siendo castigada … Continúa leyendo Belem Eslava: Pasarela de abordaje

Estelí Morales Huitzil: Ximena

Ximena se va del bar a las dos de la mañana. El frío la hace detenerse a la salida para sacar de su bolso un par de guantes negros y una bufanda morada que hacen juego con sus botas. Sale aquella noche para relajarse con un poco de música y un par de tragos. Tiene que replantearse si debe continuar en su empleo. Esa tarde ha sido imposible. Le gusta su trabajo, pero está cansada de las insolencias de su jefe. Las últimas semanas el acoso es tan descarado que sus compañeros creen que le sigue el juego, o que … Continúa leyendo Estelí Morales Huitzil: Ximena