
Silvina Ocampo: El sótano
Este sótano que en invierno es excesivamente frío, en verano es un Edén. En la puerta cancel, arriba, algunas personas se asoman a tomar fresco durante los días más cruentos de enero y ensucian el piso. Ninguna ventana deja pasar la luz ni el horrible calor del día. Tengo un espejo grande y un sofá o cama turca que me regaló un cliente millonario y cuatro colchas que fui adquiriendo poco a poco, de otros sinvergüenzas. En baldes, que me presta el portero de la casa vecina, traigo por las mañanas agua para lavarme la cara y las manos. Soy … Continúa leyendo Silvina Ocampo: El sótano