
Brenda Cristina Moreno Rosas: Mundos inimaginables
Cuando me desperté esa mañana, lo que vi en el espejo fue un rostro completamente nuevo. Fresco, limpio, carente de miedo. Lo único que veía era el deseo. La vigorosa mirada que uno tiene en la juventud, emocionada por descubrir el mundo que aguarda en el exterior. Hace años que no salía de aquel departamento antiguo, herencia de mis padres. Cuando Diana se marchó a estudiar a la capital, lo único que quedó fue acoplar nuestras vidas a la soledad. A las comidas bien cronometradas, a las salidas dominicales a la iglesia y al progresivo silencio que cómo la humedad … Continúa leyendo Brenda Cristina Moreno Rosas: Mundos inimaginables