Eliana Soza Martínez: Mi propio jardín
Contemplé su transformación impasible. Todavía recuerdo cuando en medio de la noche se despertó gritando por un dolor insoportable en el dedo gordo del pie. Lo descubrimos inflamado y pálido como si la sangre hubiese dejado de fluir por allí. Un calmante nos sacó del apuro. Al día siguiente me dijo que estaba normal, tal vez por vergüenza, pero cuando ya no pudo calzar los zapatos me preocupé y le exigí que me lo mostrara. Se sacó con lentitud la media y allí apareció un enorme hongo con cabeza boleada y blanquísimo reemplazando su dedo. Me pareció hermoso, aunque no … Continúa leyendo Eliana Soza Martínez: Mi propio jardín

