I
Hace cuatro años comenzó una nueva etapa en mi vida llamada Especulativas. Nunca imaginé cómo este proyecto, nacido de la necesidad genuina de conectar con otras mujeres lectoras y escritoras, transformaría mi vida.
Al principio estaba sola, sintiéndome aislada y preguntándome: ¿acaso no hay otras mujeres allá afuera que escriban y estén interesadas en imaginar mundos donde podamos vivir de manera más libre y con justicia? Mi llamado encontró eco en la primera mujer que se unió a este proyecto de vida: Ana Laura Corga. Juntas, y con el apoyo de muchas otras mujeres, logramos hacer realidad nuestra primera antología: Nosotras. Antología de cuentos de ciencia ficción feminista.
Ángeles Sanlópez.
II
Y como ya les ha contado Ángeles, para mí, la aventura comenzó un poco después de la primera iniciativa de Especulativas, con un correo inocente que le envié a la mitad del círculo de lectura que ella coordinaba y donde la conocí. Le dije: “ Oye, me gustaría mucho unirme a tu grupo de Especulativas, si tienes alguna vacante, yo me hago un espacio para apoyarte en lo que se pueda. Me encantaría juntarme con morras como tú que abren espacios para otras morras…”. Y es que quiero reconocer la fuerza fuega que tiene mi amiga Ángeles. Es una mujer que impulsa, que da confianza y abre caminos. Una mujer con mucha fuerza que yo quiero, que admiro y que agradezco haberla conocido.
Regresando a mi correo, muchas cosas son así, me aviento. El no ya lo tenía, no perdía nada y sinceramente tampoco sabía bien qué esperaba de este envío de buena voluntad al aire, sólo quería estar cerca de esta mujer y las otras mujeres que conocí en esa espacia. Me dijo que lo veríamos al finalizar el círculo y después de un tiempo me citó a una reunión. Ahí hicimos una lista de actividades: convocatorias de escritura, círculos de lectura, retos semanales, abrir redes sociales, hacer un logo, hacer una página web.
Así empezó la aventura e hicimos todo eso de nuestra lista de buenos deseos y más. Hicimos comunión con otros grupos de mujeres, también conocimos a mujeres muy talentosas con las que hicimos sinergia para colaborar y comenzamos a leer a muchísimas mujeres que tenían muchísimo qué decir y que todo nos parecía increíble. Nos emocionábamos al leerlas y comentábamos entre nosotras todo lo que significa su escritura para nosotras. Comenzamos a publicar a las mujeres que confiaron en nuestra espacia y así llegamos a Nosotras Antología de cuentos de ciencia ficción feminista, una compilación cuentos de mujeres mexicanas que escribían ciencia ficción. Con este libro queríamos posicionarnos como colectiva.
A nosotras nadie nos iba a decir que no podíamos hacer nuestra propia antología de cuentos y así decidimos adentrarnos al mundo editorial en la compañía de todas las mujeres que aceptaron ser parte de esta antología y a las que les agradecemos también todo lo que aprendimos con ellas.
Desde siempre hemos decidido cuidar cada uno de los detalles de las cosas que hacemos, porque nuestra premisa es hacer y estar en un lugar en el que nosotras quisiéramos estar. Esto es para ustedas, la comunidad Especulativa, pero también para nosotras, las Cocoordinadoras.
Especulativas siguió un camino lleno de aventuras y en ese camino, justo una de las cosas que nos unió con nuestra siguiente participanta, fue la presentación de esta antología. Conocimos a Mayra en una espacia y conectamos bonito con ella, yo la recuerdo sonriente, participando siempre inteligente y lúcida. Después de conocerla, de reconocerla entre la comunidad, de hacernos amigas y de convivir fuera de las actividades propias de Especulativas, además de la coincidencia de su cercanía de casa hacia la nuestra, decidimos hacerle una invitación especial, “una propuesta indecorosa” le dijimos y así, en una sorpresa y un desayuno, le soltamos la invitación a una mujer que ha llegado a fortalecer y a sumar mucho a nuestra colectiva, a nuestra amiga Mayra Escamilla.
Ana Laura Corga.
III
Corría el año 2021; era plena pandemia. El algoritmo de Facebook fue generoso un día y llegué a la página de Especulativas. De inmediato me atrajeron las actividades que organizaban y decidí entrar a su taller de ciencia ficción y, aunque el cupo ya estaba lleno, ellas me aceptaron.
Esa primera experiencia de compartir en comunidad era precisamente lo que estaba buscando. Así que me hice su fan y tomé más actividades con ellas. Ahí hice varias amigas con las que sigo compartiendo de todo un poco.
Luego, Ana Laura, Ángeles y yo descubrimos que vivíamos relativamente cerca y concretamos un encuentro. Eran principios de 2022. Me invitaron a un desayuno de señoras donde hubo muchas, pero muchas risas. Ahora que lo pienso, si hay una constante, han sido siempre las risas: espontáneas, explosivas, llenas de energía.
El desayuno de pronto se tornó serio. Ana y Ángeles empezaron a nombrar características de mí que les agradaban. Yo no entendía bien porqué pero escuché atenta. Y vino la gran pregunta: «¿Quieres ser parte de la colectiva?»
No tuve que pensarlo mucho. Acepté y en un par de días ya estaba empezando a trabajar con ellas en la segunda antología: Siniestras. Antología de cuentos de mujeres que incomodan.
Y pasaron entonces muchas cosas: presentaciones, viajes, anécdotas, cumpleaños… Más desayunos y comidas de señoras, los planes para una tercera antología, la tercera y cuarta aniversarias especulativas.
Y entonces, nos dimos cuenta de cuánto habíamos crecido como colectiva y como comunidad y pensamos en que era momento de seguir expandiéndonos. ¿Qué pasaría si invitábamos a alguien más a participar? A alguien cercana a nosotras, a alguien que conocía lo que hacíamos y que, curiosamente, siempre llegaba temprano a nuestros eventos. La decisión estaba hecha.
Mayra Escamilla.
IV
A mí, me tocó ver desde afuera cómo estas magníficas mujeres tejían con paciencia y mucha amora, aunque no sin sus vicisitudes, una red que nos ha sostenido y cobijado a varias. Yo he sido una entusiasta participanta de círculos de lectura, talleres de escritura y acérrima porrista en sus eventos.
Y no conforme con haberme cambiado la vida, con ayudarme a valorarme y dejarme aprender de ellas, me invitan en esta aventura fantástica, en esta nueva temporada de Especulativas, para seguir tejiendo, poniendo más ladrillos, flores, ventanas a esta casa Especulativa para quepan más escrituras de mujeres. Gracias, Mayra, Ana Laura y Ángeles y, millones de gracias a la comunidad especulativa, sus historias son el motor y le dan vida a esta colectiva.
Daniela Caballero.

Fotografía del día que le propusimos a Dani ser parte de la colectiva.

