Ya no había más que hacer, esa noche por fin completaría el último paso del ritual.

Desde que era una niña, siempre había querido ser bella. En una sociedad narcisista como la suya, lo más importante era la belleza.

Su imagen nunca se había correspondido con ese ideal, su cara siempre parecía a punto de reventar y eso la llenaba de amargura y resentimiento.

Había estado dispuesta a hacer cualquier cosa con tal de conseguir su objetivo y ahora por fin la imagen que le regresaba el gran espejo en su habitación de paredes blancas, lucía exactamente como el canon que desde niña le habían impuesto como hermoso. Con grandes ojos claros, piel suave y tersa, y el cabello sedoso.

¿Quién diría que seguir los mismos pasos de una antigua condesa sangrienta la llevaría por el camino correcto?

Por fin había obtenido lo que tanto deseaba.

Pero se olvidó de algo muy importante. Su belleza sería efímera, y en cuanto cayera ya habría alguien más para ocupar su lugar como el centro de todo.

Su caída fue estrepitosa y apenas logró salir con vida de aquel descenso en el que fue olvidada de forma instantánea.

Durante mucho tiempo, el espejo le mostró un rostro que cada día se volvía más pálido, con grandes ojeras debajo de los ojos que le conferían una imagen fantasmal.

Cada día que pasaba, se parecía más a los fantasmas que poblaban sus pesadillas, que le susurraban amenazas en los oídos todas las noches y que en más de una ocasión le habían inducido una parálisis del sueño.

Su descenso no había hecho más que empezar, pronto aquellas parálisis se hicieron permanentes. Solo era cuestión de tiempo para que su propia locura la arrastrara al otro lado de aquel espejo que tantas veces había observado durante las mañanas.

Se agazapaba y esperaba pacientemente hasta que fuera inevitable.

Karla Hernández Jiménez. Nacida en Veracruz, Ver, México. Licenciada en Lingüística y Literatura Hispánica. Lectora por pasión y narradora por convicción, ha publicado un par de relatos en páginas y fanzines nacionales e internacionales, siempre con el deseo de dar a conocer más de su narrativa.