Olivia Guarneros: Las deseantes

La venusina observó la Tierra, vestida con su traje de un radiante azul y desde las colinas de su planeta suspiró. Pensó en las palabras de su abuela: “Pide un deseo cuando la veas pasar y se cumplirá”. La chica anheló viajes interestelares. Conocer cada uno de los sistemas planetarios; escuchar los miles de sonidos producidos en ellos, sentir en la piel todas las experiencias que aquellos mundos pudieran proporcionarle. Desde la Tierra, Zarina se entretuvo con la aparición del primer lucero de la tarde: su tintineo iridiscente la hipnotizó con su belleza. Recordó la consigna de su madre: “Pide … Continúa leyendo Olivia Guarneros: Las deseantes

Bárbara Raquel Pacay Sánchez: Las que cruzan

Las mujeres del pueblo siempre han sabido que cruzar el umbral es un riesgo. No el de los caminos largos, ni el de los hombres que esperan en la sombra, ni el de la sed que muerde los labios. Si no otro peligro. Uno que respira bajo la tierra y escucha los deseos de quienes parten. Alma lo supo desde niña, cuando su madre desapareció una noche, envuelta en el viento. “Volveré por ti cuando esté del otro lado”, le prometió. Pero nunca regresó. Cuando Alma creció, llegó su turno. Soñaba con ese otro lado, donde el hambre no la … Continúa leyendo Bárbara Raquel Pacay Sánchez: Las que cruzan

Nelly Miguel: Maribel

Yo ya no soy Maribel. Yo era ella antes de lo que me hizo. Maribel es otra, una perfecta yo. Una con mi apariencia, con mi voz y mis ojos. Aunque nuestra mirada es distinta, la suya es encantadora. Maribel es encantadora. Es lo que deseaba ser, lo que siempre quise ser. Maribel, la bonita; Maribel, la inteligente; Maribel, la dulce. ¡Es falsa! Yo soy la original, la callada y retraída Maribel. Nadie se acuerda de mí. Bueno, excepto tú. Tú sí sabes que ella es una impostora. Solo tú nos puedes distinguir, ¿verdad? Eso me consuela, aunque sea un … Continúa leyendo Nelly Miguel: Maribel

Magda Calderón Rodríguez: Indeseada

Se tomó la cabeza con ambas manos al sentir el estallido en su cerebro. No era dolor, sino más bien como un rayo de luz que atravesó una micropartícula de sus neuronas y atravesó todo su cuerpo. Ella no entendía esa sensación, programada como estaba, para no sentir absolutamente nada. Al estallido inicial se sucedieron un sinnúmero de imágenes que vio con la memoria. Ella, desmemoriada de fábrica, estaba recordando lo no vivido jamás. ¿Qué era aquello? Colores brillantes, sonidos intensos, vibraciones que se repetían en bucle… y de pronto… las palabras. Desconocidas para ella que tiene un archivo mental … Continúa leyendo Magda Calderón Rodríguez: Indeseada

Alondra Itzel Vega Cardoso: La tormenta

¿Sientes esta lluvia? Porque las lluvias como esta no se ven, ni se escuchan, ni se huelen, ¡se sienten! Como una estocada en la entrepierna… ¿Qué vas a saber tú de eso, Liliana…? Tú que no te arde el cuerpo ni cuando se te quema la lengua con el café de olla que te endulzas como buñuelo en las mañanas. ¿Sabes, querida? Yo he hecho muchas cosas en esta vida y me han juzgado por todas, hasta por las que no he hecho, pero hay una que me falta, es esa fantasía… que a fuerza de no realizarla se me … Continúa leyendo Alondra Itzel Vega Cardoso: La tormenta

Paola Fioretti: Telequinesis

A una distancia de seis kilómetros a la redonda había un poste de luz que alumbraba la cuadra y las casas circundantes. Clive estaba de pie sobre el techo plano de un hogar ajeno, quitándose la bufanda para dejarla colgar en un hombro. Miraba fijamente el destellante resplandor del foco y entornaba sus ojos para aguzar la vista. Asimismo, blanqueaba la mente de cualquier distracción periférica, inclusive de la suave brisa que rozaba la piel del rostro. Mantuvo su concentración firme, que se potenciaba cada vez más de forma armoniosa, sin despertar ninguna clase de emoción bestial. Luego de tres … Continúa leyendo Paola Fioretti: Telequinesis

Monse Chávez: Aquella vez en que la noche se convirtió en día

Se había cansado de intentar. Siempre fue una lucha perdida, se repetía para sí misma. Una lucha que sólo la muerte podía terminar. Pero ¿cuándo llegará? Se preguntaba a diario. Si él no lo hacía durante una de esas madrugadas, entonces ella misma tendría que encargarse. Pasaba el día repasando sus opciones, pero ¿qué opciones tenía? Si las puertas con candado no se abren de un fácil empujón, si nadie al otro lado de la pared escucha, si el cuerpo golpeado es débil para escapar. Una noche soñó que se iba. Que su cuerpo, ya sin hematomas, se levantaba del … Continúa leyendo Monse Chávez: Aquella vez en que la noche se convirtió en día

María Fernanda León Medina: Meriba

Why you always go, but feel like my final destination? —Parece que lo descubrí. La constante de tus viajes, desapareces siempre antes de que aparezca la luna nueva, ¿qué es eso que me ocultas?, ¿qué es eso de ti que no me quieres contar? —Exageras, me haces sonar como que me transformo en algo monstruoso, pero tienes razón, desaparezco de mis amistades a conciencia cada cierto tiempo, pero no te debo explicaciones, ni a ti ni a nadie, lo que hago en privado, en las noches de luna nueva, es MI ASUNTO. Nos llevamos muy bien, me encanta estar con … Continúa leyendo María Fernanda León Medina: Meriba

Abril Cira: Santa

—Luna llena de escarcha atraviesa con tus rayos mi carne, prepara las hendiduras de mi cuerpo, condúceme hacia ti —Luna llena de escarcha atraviesa con tus rayos mi carne, prepara las hendiduras de mi cuerpo, condúceme hacia ti —Luna llena de escarcha  atraviesa con tus rayos mi carne, prepara las hendiduras de mi cuerpo, condúceme hacia ti Frente a sus ojos las velas cobraron vida, sobre su piel a modo de susurro pronunciaron su nombre ¡Lourdes, Lourdes! pelo a pelo se hizo el silencio, Lourdes echó hacia atrás los ojos, elevo las manos, dibujó en el cielo la estrella. Se … Continúa leyendo Abril Cira: Santa

Selvia Vargas: La mujer que no está dormida

Todos pensaron que había muerto de tristeza, pero jamás se había sentido tan libre. Le pidió a la luna que le enseñara a vivir en su inmensidad y así encontró, en sus propios valles, el placer que nadie más le había podido dar. Aunque la lava no ha surgido en siglos, su deseo arde en cumbres y acantilados. La piensan inactiva, pero, aunque yace blanca, no está dormida. Soy habitante de la CDMX, tengo 33 años, estudié psicología y soy una feminista que busca formas de habitar y resistir desde la cultura y el arte de mujeres. Trabajo como consultora … Continúa leyendo Selvia Vargas: La mujer que no está dormida