Daniela Caballero: Ojalá que llueva
Abriste la ventana en espera de un poco de viento que pudiera refrescarte, pero nada entró, ni una sola ráfaga, sólo una masa de ambiente más caluroso, como una bola de fuego. Buscaste agua en el refrigerador para saciar tu sed, bebiste toda la jarra en un solo trago, desesperada. La mitad del contenido se vertió sobre ti y sobre tu ropa. A pesar de ello, el calor no salía de tu cuerpo. Te sentías a punto de ebullición; tus ojos no enfocaban bien. Caíste sobre la cama, pero se sintió como recostarte sobre brasas humeantes. Comenzaste a derretirte, literalmente, … Continúa leyendo Daniela Caballero: Ojalá que llueva

