Todos pensaron que había muerto de tristeza, pero jamás se había sentido tan libre. Le pidió a la luna que le enseñara a vivir en su inmensidad y así encontró, en sus propios valles, el placer que nadie más le había podido dar. Aunque la lava no ha surgido en siglos, su deseo arde en cumbres y acantilados. La piensan inactiva, pero, aunque yace blanca, no está dormida.


Soy habitante de la CDMX, tengo 33 años, estudié psicología y soy una feminista que busca formas de habitar y resistir desde la cultura y el arte de mujeres. Trabajo como consultora independiente y brindo acompañamiento terapéutico desde el feminismo. Co-conduzco el programa «Amigas, no rivales» de CIMAC Radio. Soy escritora de mis historias preferidas y dibujanta que se reencuentra con la niña que fue.

