Las cajas eran de cristal reforzado y tenían pequeños orificios a los lados. Cada una contenía carne cruda, tanto fresca como podrida, y también fruta, semillas, y un jarrón lleno de insectos. Al lado de cada caja estaba su llave.
Los vigilantes encendieron sus cámaras y esperaron a que los animales respondieran. Linces, coyotes, liebres y ardillas. Todos intentaron romper la caja y llegar a la comida, todos fallaron. Sólo los cuervos encontraron las llaves, las colocaron dentro de los cerrojos, y lograron abrir las cajas. Los vigilantes llamaron de inmediato a las autoridades para reportar el hallazgo y que fuese programada la extinción del cuervo americano.
Algunos animales habían estado evolucionando muy rápido en los últimos años, y había quienes temían que pudiesen volverse más listos que los seres humanos. Y es que después de todo, los humanos saben mejor que nadie que la inteligencia puede hacerte cruel, peligroso.

Profesora, investigadora y escritora mexicana. Escribo relatos y poesía en los géneros de terror, fantasía y ciencia ficción. Mi trabajo puede ser encontrado en antologías como Un Río de Muchas Voces: Una Antología de Letras del Puerto y Bloodless: An Anthology of Blood-free horror, así como en las revistas literarias The Voidspace, Toil & Trouble, y All Existing Literary Magazine. Actualmente trabajo en una novela.