Kiara-Li Adler: Niña elefante

El niño no paró. Por más que la niña exigió, pidió y rogó, él continuó, día tras día, recreo tras recreo, él siguió diciéndole: «elefante». ¡Elefante! ¡Elefante! ¡Elefante! Se hacía el eco dentro de ella, un eco vivo, que a veces respiraba bajito, y ella casi no lo escuchaba; y otras veces sonaba tan fuerte, que retumbaba en su cabeza y la hacía vibrar, hasta hacerla gritar, correr, girar. Y giró y gritó, tan rápido, tan fuerte, que creció y creció en un musth tan intenso que en uno de los giros con su pata derecha al niño aplastó. Kiara-Li … Continúa leyendo Kiara-Li Adler: Niña elefante

Liliana Santiago Ramírez: Oye, Xime

Se nos había vuelto rutina ver anime todos los viernes. A pesar de que éramos tan diferentes, preferías quedarte conmigo en lugar de salir con tus amigas. Empezó cuando cursábamos tercero y segundo de secundaria y fue “Trinity Blood”, un anime de vampiros, que nos atrapó en ese mundo gótico y futurista, con un opening que aún recuerdo y escribimos en una libreta para memorizar cada palabra que siempre cantabas conmigo como si supiéramos japonés. “Buck tick”… Así se llama el grupo que interpretaba la canción de Dress. Esos fueron nuestros inicios. La mayoría de las veces yo compraba los … Continúa leyendo Liliana Santiago Ramírez: Oye, Xime

Tres textos de Nadia Guerra Gardida (La bruja del Huitepec)

El gato negro El gato negro yacía sobre la cocina, había tomado posesión de la cocina, así como de la sala, el librero, la terraza, la recámara, incluso había tomado posesión de la cama. El, como dueño de la casa, independientemente de quién pagara las cuentas, y quién habitara la cabaña, miraba fijamente con esos ojos a veces  verdes, a veces amarillos. Cuando llegaba, a cualquier hora de la madrugada, la recibía bajando del árbol, a veces la recibía detrás de un arbusto, otras, bajaba del muro. Se sabía el guardián principal, sabía cosas que ella ignoraba y su presencia, … Continúa leyendo Tres textos de Nadia Guerra Gardida (La bruja del Huitepec)

Indira García: Mañana es el último día del mundo

Nunca me supe polvo hasta que orbitando (te) me apagué. Naufragar en el espacio hubiera sido menos doloroso que dejarte tomar el control. El monstruo que controla mi cabeza pide cambiar tantas cosas que cuando termine seré solo un fantasma. Hasta ahora solo fui prisión. Pasan los años           sigo siendo escena del crimen Mi corazón temblando de miedo es tu soundtrack favorito. Yo       medio humana                   medio monstruo            eterno daño colateral. Cada vez más pequeñita                        yo                        y la cuenta regresiva de nuestra inminente d i s o l u c i ó n. Tal vez morí en tus manos esa madrugada … Continúa leyendo Indira García: Mañana es el último día del mundo

Ana María Dolores: Llora cuando me muera

Pasó de repente (la muerte siempre pasa de repente) y demasiado rápido. Un día, mi madre lavaba el patio de su hermano. Descalza, tallando el piso con furia. Y luego se había consumido en una serie de fiebres. El día del entierro nadie encontró un vestido negro para mí. Y es que no hay ropa funeraria para niños porque la tristeza de la muerte no debería tocar un cuerpo tan pequeño. En una vida tan joven, sólo debería haber tardes de sol, olor a lápices de color recién afilados, clorina de la pileta o perritos mojados. Así, atravieso los ritos … Continúa leyendo Ana María Dolores: Llora cuando me muera

Brenda Tovar Amador: Adephaga

Devoré a cada uno,lenta, saboreando su miedo.Sus gritos amenizaron la cena.Pobres criaturas sin alas,sólo un par de piernas y brazos.¿Qué pueden hacer con eso? Me miraban consumidos por el terror.Todos ellos suplicaron, me adularon.Inútilmente decían mi nombre en sus plegarias. Su gusto era amargo,los comí de cualquier forma.No esperaba encontrar más que carne,angustia y desesperación. Pero, al final estaba ella,con ojos gigantes, observándomemientras devoraba a su hermano.Sin miedo, sin pánico,sólo regocijo al mirar caer los huesos hechos trizas. La dejé vivir.Sospecho que puede ser una de mi clase,que pronto sus extremidades serán seis.Todas funcionales, todas hermosas. Y sus alas, ahora … Continúa leyendo Brenda Tovar Amador: Adephaga