Me levanté del suelo con las rodillas raspadas y algunas lágrimas en los ojos. Frente a mí, desde esa altura, por fin pude ver toda la ciudad, derrumbada, ardiendo, humo por aquí y por allá. La destrucción era imponente. Sentí el alivio de haber dejado atrás los innumerables cuerpos que caminaban, pero no tenían vida. En mi ruta de escape no pude encontrar a otra mujer, de ser así la hubiera traído conmigo. Cómo le voy a explicar a mi niña, cuando nazca, que el odio que ellos acumularon logró consumir sus mentes y corazones, ahora sus cuerpos, que vagan violentamente, solo desprecian y buscan tener el control absoluto sobre nosotras. ¿Tienen el control sobre mí? No. No tengo miedo, si pude una vez, podremos las que sean necesarias, ahora estaremos lado a lado para luchar juntas.
Veo la puesta de sol y suspiro antes de seguir caminando.

Soy una investigadora y académica mexicana. Doctora y Maestra en Ciencias del Lenguaje por la BUAP. He publicado artículos de divulgación científica sobre literatura distópica y distópica feminista. He rebasado las fronteras de mi labor investigativa y ahora busco compartir mis relatos de ciencia ficción.

